de Hiroshi Wada Los dibujos en tinta japonesa en blanco y negro sobre papel de arroz son una unión vibrante entre lo familiar y lo enigmático, y una intrigante divergencia entre el pasado y el presente. Con reminiscencias de "shodo", la caligrafía japonesa tradicional, la obra de arte de Wada rompe respetuosamente la barrera del tiempo de este arte antiguo con celo moderno. Obras de arte del pintor de acción y calígrafo del siglo XX Yuichi Inoue, quince años de estudio con el calígrafo contemporáneo Ryosetsu Imai, y el entrenamiento temprano de atletismo del artista informaron su práctica y proceso. Wada está trazando su propio camino creativo y comunicativo con gran velocidad, saltando con confianza a la era posmoderna actual.

Las imágenes de Wada abandonan el lenguaje escrito de su ascendencia y se catapultan a pinceladas fluidas y marcas asertivas de formas abstractas. En su estudio de Kyoto, Japón, la mano del artista recorre el sustrato, marcando formas expresionistas que parecen bailar en las sombras de la naturaleza, la arquitectura y la humanidad. Wada, impulsado por una visión clara, tiene como objetivo iluminar la unidad en el mundo físico y engendrar una conversación sobre el espíritu de la paz global.