Marca de fisuras y manchas químicas Verónica Benedetti obras. Como una foto Polaroid sacudida con demasiada fuerza, sus fotos muestran sus entrañas oscurecidas, estáticas y fantasmales. No sorprende que el interés de Benedetti por la fotografía tanto analógica como digital la haya llevado a estudiar en la Academia de Fotografía John Kaverdash de Milán. Los procesos químicos analógicos, entonces, marcan la obra de Benedetti donde uno puede insertar lo imaginario en su abstracción como buscar cosas familiares en las nubes. De hecho, sus obras evocan una estrella aquí, un planeta allá, una supernova brillante; o tal vez simplemente una mancha de agua, una reacción química, que es todo lo que la fotografía realmente es al final.

Benedetti vive y trabaja en Milán.