MIMIROKU ha sido un artista multimedia practicante durante unos cincuenta años. El pintor japonés primero aprendió los modos tradicionales europeos de pintar con óleo, después de lo cual comenzó a experimentar con diferentes medios y técnicas, en busca de un modo de expresión más personal.

Inspirado por el viaje de la comprensión espiritual, MIMIROKU continúa abierto a nuevos experimentos y crecimiento en el proceso artístico. Las obras de arte están conectadas con las creencias que rodean al zen, a menudo explorando temas de extinción y nada. Hay una cualidad gestual y abstracta en las obras de arte, que muestran el movimiento de la mano del artista en equilibrio con el espacio en blanco.