Planteando preguntas sobre la relación entre la realidad y su imagen, nacido en Rusia Iván Pushkin documenta cómo la tecnología ha ramificado nuestras capacidades perceptivas. Trabajando en la encrucijada de la fotografía tradicional y los medios digitales, muestra cómo nuestras percepciones de la realidad están filtradas por actitudes históricas: suposiciones habituales y patrones de comportamiento que se reflejan en un legado cultural de signos y símbolos.

Pushkin traza el movimiento de la experiencia histórica a medida que se convierte en un momento imaginado que entrelaza mitologías tanto personales como políticas. Su fotografía Vodokreschi (Bautismo del Señor) proporciona un ejemplo brillante de esto, destacando su sentido del humor extrañamente ambiguo. Lo que se destaca en el centro de la fotografía es un crucifijo de piedra blanca, que se encuentra al final de una cuenca de tamaño modesto. Si bien conserva su función religiosa y ritualista, la cuenca, sin embargo, ha sido cooptada para nadar en lugar de cualquier propósito religioso. Esenciales para esta fotografía son las dos personas que sostienen cámaras digitales que capturan esta apropiación lúdica del agua sagrada, lo que sugiere un bautismo a la luz de una pantalla digital en lugar de un fuego consagrado.