artista francés François Noël pinta abstracciones geométricas que desafían nuestra percepción del tiempo y el espacio. La pasión de Noël por las líneas rectas se encendió por primera vez cuando trabajaba para un arquitecto en Londres, dibujando planos. Allí quedó fascinado con la angulosidad de los rascacielos y la forma en que la luz se reflejaba en las fachadas de vidrio, de día y de noche. Admirador del pionero del arte óptico franco-húngaro Victor Vasarely, Noël emprendió su propia búsqueda de la magia óptica; medir hasta dónde podía llevar una superficie plana a la tridimensionalidad. Usando formas cuadradas y rectangulares en colores primarios, Noël magnetiza al espectador en túneles de materia galáctica; juegos de espejos que proyectan nuestra visión al infinito del espacio; Paneles cuadriláteros que retroceden, se reorganizan y giran como cubos gigantes de Rubik.

Para lograr este efecto, utiliza una combinación de acrílico, gouache y pintura en aerosol sobre soportes de plexiglás o Dibond, un panel compuesto de aluminio, que le ayudan a transmitir una mayor suavidad y profundidad. La ilusión se lleva aún más lejos cuando la obra se cuelga ante una fuente de luz. La paleta resultante es una versión más oscura y brillante de la original que adquiere una cualidad aún más mística. Los maravillosos espectáculos de fantasía de Noël desafían nuestro poder de observación. Los dramas que pone en escena siguen una coreografía cambiante, donde los actores van y vienen a voluntad; atrayéndonos, haciéndonos girar, hasta que no sabemos muy bien dónde empezamos o hacia dónde debemos ir después.

Noël ganó varios premios y exhibió su trabajo en Francia, España, Suiza y Nueva York, sobre todo en la Fundación Vasarely, Aix-en-Provence, Francia, y el Art Capital Grand Palais, París, Francia. Vive y trabaja en Aix-en-Provence.