de Michai Morin las piezas digitales juegan con la percepción de la realidad por parte del espectador, ofreciendo una puerta a otra dimensión de la creación del artista. Inspiradas en su estudio de la óptica, las composiciones de Morin utilizan la luz, la refracción, la forma, el material y el contraste para cautivar al espectador. El proceso de Morin implica la impresión de imágenes de ultra alta definición (UHD) en paneles de vidrio acrílico. Él describe acertadamente sus piezas como "esculturas abstractas digitales" dada su apariencia tridimensional flexible.

En “Castalia” vemos dos orbes colgando en el espacio sobre una forma con una abertura circular. Morin dobla y da forma a la luz alrededor de estos objetos dándoles una extraña cualidad que parece vidriosa y líquida a la vez. Existe una tensión entre la posibilidad aparente de que los orbes caigan a través del agujero en la forma de abajo o sean envueltos por la forma de concha de arriba. Esto crea una sensación de emoción y asombro en el espectador, ya que hay una fuerte atracción visual desde la parte superior e inferior de la composición. Este tirón contrastante mantiene irresistiblemente la mirada del espectador en el espacio imaginado que ha compuesto Morin.