Jodi DeCrenza crea un trabajo que palpita con el poder de la positividad. En su estudio de Hastings-on-Hudson, Nueva York, explora con entusiasmo las emociones que energizan su creatividad. Emplea un caleidoscopio de colores radiantes, inspirado en el mundo natural. Con una mezcla de pinceladas espontáneas e intuitivas, crea piezas que viven en algún lugar entre lo impresionista y lo abstracto. Trabaja predominantemente con pigmentos acrílicos y al óleo sobre lienzo estirado. Ella ve cada pieza como un viaje visceral hacia representaciones relajantes, enigmáticas y feroces de paisajes y naturaleza.

La intención de DeCrenza es crear piezas que hablen a la mente, el cuerpo y el espíritu. La artista también es una profesional dedicada a la salud y el acondicionamiento físico, una pasión y una carrera que informa su práctica artística. A través de sus pinturas, busca encontrar la belleza abundante en lo cotidiano y compartir su actitud optimista sobre la vida con los demás. DeCrenza ha encontrado un gran propósito a través de la pintura. Como tal, ha titulado su cuerpo de trabajo "El propósito de mi alma".