Artista japonés Miho Nishibe compone obras en acrílico y óleo sobre lienzo en las que colores vivos, inspirados en la naturaleza japonesa, interactúan enérgicamente para crear imágenes alegres y expresivas. Su trabajo tiene como objetivo transmitir emociones humanas e inspirar esperanza, optimismo y diversión. A medida que se enfoca en expresar las emociones humanas, también se inspira en los sentimientos y experiencias tanto positivos como negativos. Una persona muy empática, Nishibe se basa en la amplia gama de emociones que absorbe de su mundo y las canaliza en su trabajo.

Su proceso creativo consiste en traducir una imagen de su mente al lienzo, primero mediante un dibujo a mano alzada, seguido de una aplicación de pintura cuidadosamente planificada. En su trabajo, Nishibe canaliza influencias del arte neoexpresionista, el arte basura, el surrealismo y el arte contemporáneo japonés. La influencia de la cultura japonesa es fuerte, ya que incorpora colores, figuras y símbolos en sus piezas, distintos a su cultura nativa. Afirma que se siente atraída no solo por los colores vivos y la forma en que las cosas encajan, sino que también le "atrae la forma en que se rompen". Entonces, a menudo crea una dualidad de emociones en sus pinturas, reflejando lo positivo y lo negativo. Ella afirma que "es difícil vivir en una sociedad [cada vez más desigual]", pero su mensaje es "debemos vivirlo y divertirnos".