Para Fran Panza, los momentos tranquilos de la vida son los que ofrecen la mayor posibilidad estética. Con una paleta saturada y un buen ojo para los detalles, Panza aporta ligereza soleada a las bolsas de supermercado, scrums de rugby, plantas en macetas y más. La naturaleza muerta moderna, tal vez una pila de periódicos o una oficina doméstica de alta tecnología, contiene tanta información como un paisaje tropical o un cuadro alegórico de trabajadores de una fábrica. Panza es capaz de contar historias íntimas con cualquier tema. Panza vive y trabaja en Pensilvania y es un miembro activo de la comunidad artística de Pittsburgh.