artista checo Jiri Maska crea piezas que son a la vez majestuosas y viscerales. Maska trabaja con medios mixtos para crear cuadros muy texturizados de imágenes narrativas. Las piezas se caracterizan por sus líneas gráficas pesadas y colores saturados. Con frecuencia, una imagen reproducirá dos tonos contrastantes entre sí con un efecto intenso y de otro mundo. Las figuras están estilizadas pero no simplificadas, y los fondos son un mosaico cambiante de sombras. Muy a menudo, la inspiración de Maska proviene de algunas de las fuentes compartidas más antiguas y ricas del mundo: las epopeyas de la antigüedad, como la historia de Gilgamesh o los muchos libros de la Biblia. Sus intereses no conocen fronteras nacionales ni cronológicas. En cada pieza las figuras están siempre en movimiento, atrapadas en el punto álgido de su arco dramático. Maska no rehuye los aspectos más oscuros de estas historias, sino que elige iluminar todas las facetas y encontrar la gracia en cada cuento. Maska nació en Razice, Checoslovaquia y desde entonces ha exhibido en todo el mundo, incluso en Francia, China, Australia, Uruguay, Holanda, Canadá y los Estados Unidos.