Nacido en Argentina, Osvaldo Bacman creció frente a la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata, donde pudo nutrir su interés por el arte desde muy temprana edad, inscribiéndose en innumerables cursos de dibujo y pintura. Eventualmente se sintió atraído por el cubismo y el arte concreto, primero trabajando principalmente en madera, passé partout y espuma suave, pintada en acrílico. Más recientemente, descubrió la ornamentación y su capacidad para ser utilizada como una expresión de la historia a través de su significado para las culturas. Las piezas de Bacman no reflejan ningún tema social o político: son un reflejo de su ser interior, teniendo en cuenta que el ser interior de uno se ve indudablemente afectado por el mundo que lo rodea. A través de su abstracción geométrica, presenta una oportunidad para que el observador visualice lo invisible.
Nacido en Argentina, Osvaldo Bacman creció frente a la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata, donde pudo nutrir su interés por el arte desde muy temprana edad, inscribiéndose en innumerables cursos de dibujo y pintura. Eventualmente se sintió atraído por el cubismo y el arte concreto, primero trabajando principalmente en madera, passé partout y espuma suave, pintada en acrílico. Más recientemente, descubrió la ornamentación y su capacidad para ser utilizada como una expresión de la historia a través de su significado para las culturas. Las piezas de Bacman no reflejan ningún tema social o político: son un reflejo de su ser interior, teniendo en cuenta que el ser interior de uno se ve indudablemente afectado por el mundo que lo rodea. A través de su abstracción geométrica, presenta una oportunidad para que el observador visualice lo invisible.